Sociedad de Literatura Lunar se complace en presentar:

Sociedad de Literatura Lunar se complace en presentar: Los desposeídos, de Ursula K. Le Guin

lunes, 9 de diciembre de 2013

Adiós Madiba, adiós.

Hoy se ha extinguido la vida de uno de los grandes.
Ha muerto Nelson Mandela, un coloso; un hombre que cambió un país entero (un país de los más duros del mundo) con la única herramienta de su voz, con sus palabras, con su paciencia, resistencia, generosidad y elegancia.
Creo que con toda seguridad que se ha ido el más grande de nuestra época, un hombre a la altura de personajes como Mahatma Gandi, Leonardo da Vinci, Sócrates, Jesucristo o Buda (a otro nivel podríamos seguir con Lenon, Luther King etc...). 

Seguro que a más de uno se le ocurren nombre para meter en esa lista, nombres como Alejandro Magno, Cesar, Gengis Kan, Nelson, Napoleón... Esos hombres no fueron grades. Simplemente fueron los mejores haciendo lo que hacen los hombres vulgares: matar. Y no cambiaron el mundo en absoluto: tras ellos, la humanidad siguió por el páramo de la perdición, exactamente igual (por supuesto, sus respectivas naciones disfrutaron de un corto periodo de abundancia)
Realmente, si lo pensamos detenidamente, no puede haber más diferencia entre estos dos tipos de persona.

La primera lista contiene a hombres que cambiaron el MUNDO sin hacer daño a nadie, solo por el hecho de existir, solo con su fuerte determinación y la creencia de que el mundo no debía ser como es, solo con su voluntad y visión cambiaron la sociedad para siempre… Y fijaros bien: son solo un puñado. Imaginar como sería el mundo si hubiera mil como ellos ahora mismo. Solo mil... de entre más de 7.000 millones de humanos, ¿es mucho pedir? 
Creo honestamente que el invento les ha salido mejor de lo que esperaban: que maravillosa sociedad de borregos domesticados que todo a lo que aspiran es a destacar entre los borregos, a ser los tuertos en el país de los ciegos.


Adiós Nelson, adiós. Espérame en la siguiente aurora.