¿Qué se puede esperar de un criatura cuya mera existencia es una paradoja? ¿Que esperar de una quimera, de un basilisco? Llevo en el enigma de mi vida la repuesta a todas las contradicciones que fueron, que serán... que son, y os serán reveladas en su preciso momento si sois perseverantes, de manera lenta e inexorable como manda mi naturaleza depredadora, pues mi lengua es tan precisa como inevitable. Lo que deseáis está aquí, entre estas palabras; escoger como afrontar este día.
Sociedad de Literatura Lunar se complace en presentar:
Sociedad de Literatura Lunar se complace en presentar: Los desposeídos, de Ursula K. Le Guin
viernes, 24 de febrero de 2012
Los desposeidos, de Ursula K. Le Guin
Poseo una traducción atroz de este libro, en concreto la de Editorial Minotauro para "Los mundos de Ursula K. Le Guin" en la que cohabita con <La mano izquierda de la oscuridad> y <El nombre del mundo es Bosque> dos de las más aclamadas novelas de la autora.
Es esta que aparece aquí.
De hecho, la traducción es tan mala que pensé en devolver el libro, pero no lo hice y me alegro.
Transcribo algunas de las perlas que contiene:
[... nuestra naturaleza común es la de ser odonianos, (cultura anarquista de Anarres) mutuamente responsables. Y en esta responsabilidad se funda nuestra libertad. Eludir la responsabilidad equivaldría a dejar de ser libres. ¿Te gustaría de veras vivir en una sociedad en la que no hubiera responsabilidad, ninguna libertad, ninguna opción, a no ser la falsa opción de de la obediencia a la ley, o la desobediencia seguida del castigo? ¿Querrías realmente vivir en una cárcel?]
Simplemente delicioso; Ursula nos muestra la raíz de los males del mundo resumidos en la falta de responsabilidad inherente a una sociedad que fabrica consumidores, no ciudadanos. Como budista, práctica espiritual basada en tomar conciencia de uno mismo, y así del mundo que le rodea, no puedo estar más de acuerdo.
Otra, esta un poco más personal:
[La idea, por su naturaleza misma, necesita ser comunicada: escrita, explicada, realizada. Como la hierba, la idea busca la luz, ama las multitudes, las cruza, la enriquecen, crece más vigorosa cuando se la pisa.]
Doy fe de esta segunda verdad desde mi naturaleza de creador; ¿Cuantas veces, al pronunciar en voz alta una idea acerca de la construcción de algún pasaje se desmorona por sí solo? Tantas como al discutirlo, este gana en riqueza y sutilidad.
Bueno, sigo leyendo. A ver que nuevas joyas encuentro. Gracias Ursula.
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